Estamos acostumbrados al equilibrio entre el dar y el recibir en nuestra vida diaria. El fontanero nos cobrará por su trabajo y le pagamos gustosamente si nos ha resuelto el problema. Si hay una persona en nuestra vida que solo da, nos parecerá sospechoso y nos preguntaremos, con razón, qué es lo que querrá de nosotros en realidad. Nos gusta la sensación de estar en equilibrio en cuestiones de toma y daca. En los planos espirituales, al menos en los que están a nuestro alcance, pasa exactamente lo mismo. Como es arriba, es abajo, ya lo sabemos. Lo que ocurre es que muchos de nosotros tienen la curiosa idea de que existen seres de luz que nos arreglan los problemas energéticos porque son así de buena gente.
Imagínate…
Imagínate como te pondrías si hay un montón de gente que te adore y que piense que tienes más poder, más capacidad que tu. ¿Te engordaría el ego? ¿Te gustaría eso para ti? Creo que, cómo mínimo, te sentirías poderoso/a, lleno/a de energía. ¿Te negarías a cobrar por tus servicios? Aunque no cobres, ya te llegaría la energía de los que te adoren, lo que significa que ellos la pierden, cierto?
Sabemos que en estos planos no hay materia. ¿Cómo crees que sería el cobro, si lo hubiese?
No estoy diciendo que esos seres sean malos. Quizás lo serían si no respetasen la ley del dar y del recibir de esta realidad. ¿ Cómo podemos hacer, pues, para pagar lo mínimo?
Tu puedes
Para mí solamente hay una respuesta. Hay un ser que siempre está por nosotros: es nuestro SER interior, o superior, o Nagual, como dicen algunos. Al fin de cuentas, nuestra propia parte divina. Podemos conectar con ella a través del corazón. Para ello hay que limpiar capas y capas de protecciones, de dolor, de culpa, de rencor, de emociones atrapadas y faltas de autoestima. Entonces sí. En conexión con el SER sí que vibramos en amor incondicional y sabremos qué hacer y cómo arreglar todas las cosas de nuestra vida, tanto terrenales como espirituales. Con ayudas humanas, si. Con ángeles y demonios, no lo recomiendo.
Perdón por ser tan directa, y aunque este nivel del despertar no sea agradable es liberador. Eres tan divino/a como ellos. Puede que te asuste tu luz, es difícil atreverse a brillar de verdad. Pero si quieres, puedes. ¡Que tengas un excelente día!