¿Te ha pasado de que te has arrepentido de una reacción ante un conflicto?
Cuando reaccionas, suele ser rápido: acción-reacción en pocos segundos. Eso pasa, sobre todo, cuando nos sentimos atacados por algo que el otro dijo o hizo. En muchas ocasiones, sin embargo, vemos que nuestra reacción ha sido desacertada. Posiblemente agravara el conflicto, o, en el caso de que nuestra reacción ha sido retirarnos, puede que perdiéramos terreno.
Incluso puede ser que, mentalmente, te hayas quedado un tiempo dando vueltas al tema, imaginando cómo hubiera sido reaccionar de otra manera. ¿Te has planteado alguna vez, de donde viene tu reacción en automático? Según mi experiencia, todo el automatismo de nuestro carácter viene, o bien heredado de nuestros ancestros, o bien aprendido a temprana edad. La mayoría de las veces, este programa automático no da la respuesta correcta para el momento actual.
Acción en vez de reacción
Salvo en situaciones de verdadero riesgo, cuando reaccionar o no es un asunto vital, podríamos plantearnos el no reaccionar. Porque, tal y como lo define el lenguaje, la re-acción es una respuesta. Si otro nos provoca, podemos elegir tomar una acción diferente, en vez de reaccionar a esa provocación. Porque, en realidad, es el otro el que tiene el problema. Si reaccionamos, lo convertimos tambien en nuestro problema.
A través de la respiración consciente puedes volver rápidamente a tu centro. Y desde tu centro, puede fluir la acción correcta, de la cual no te vas arrepentir. Solo toma un momento para ti, es suficiente para trascender el automatismo y elegir tu camino.
Tu puedes