No deja de sorprenderme lo importante que es tener los pies en tierra. Siempre supe que me había faltado algo para establecer esa conexión, este cordón grande y fuerte que me une ahora a la tierra. Para ello, tuve que viajar a Alemania, de donde procedo. Encontré mi raíz aquí, en un lugar hasta ahora desconocido para mi. Me guío la intuición hasta este lugar, cercano al cual debieron de haber vivido mis antepasados.
Sólo aquí, cuando escuché la tierra, y me comprometí con ella, supe de su soledad. Su desesperación fue grande, su fuerza de supervivencia mayor. Los creí sanados, pero tal fueron sus haceres, que nunca imaginé. Sólo aquí, con ayuda de los seres que aquí moran, pude sanar lo que hicieron. Ahora mis antepasados están en paz.
La tierra me respalda, es grande la fuerza que me da. Ya tengo un hogar, y aunque lejos de él viva, lo llevo dentro ya. Doy gracias a la tierra, que todo me lo da.