¿Te has honrado alguna vez? Como si fueses un ser sagrado, divino? Si no, estás a tiempo. Lamentablemente solemos tener un diálogo interno poco alentador, la mayoría de las personas se culpa, se reprocha, incluso se insulta a menudo. Pero esto es absurdo. ¿Sabes el gran valor que tienes sólo por haber emprendido esta aventura humana? ¿Por haber afrontado las dificultades de estos planos para evolucionar? No es nada fácil habitar nuestra forma humana, con este cuerpo y esta personalidad que no podemos cambiar tan fácilmente. Este avatar, que habitamos, solo es capaz de expresar una pequeña parte de lo que realmente somos. Como ser de luz que somos, podemos agradecer esta experiencia y tomarnos no tan en serio los problemas de nuestra forma actual. ¿Pero, como hacemos esto desde la mente que es parte de nuestra forma?
Desde nuestra pequeña mente el mundo se nos hace grande y los problemas, enormes. Realmente, esto es difícil. Por eso te digo que te honres. Hónrate por cualquier cosa que haces bien, pero también por cualquier cosas que haces mal sin querer. Estás aprendiendo y nadie aprende sin experimentarlo todo. Hónrate solamente por existir, por respirar, por sonreír. Hónrate a menudo, te lo mereces realmente. Si te hablas con amor, con dulzura, entendiendo la maravillosa criatura que eres, tu vida se aligera. Dentro de todos nosotros hay un niño, una niña completamente inocente que sabe maravillarse con todo lo que nos rodea. Eres divino, divina, no lo dudes, una verdadera hija, un verdadero hijo de Dios. Así que, cada vez que puedas, hónrate. Gracias